Episodio 3 • Borrón y cuenta nueva
Bienvenides a Encontrando Santuario Creativo. Este es un podcast para acompañarnos primero que nada, para nutrirnos, donde hablemos de todo y cualquier cosa que pueda encender una chispa de recuerdo, inspiración y compromiso a rescatar nuestra esencia, remembranza, y reclamación creativa y ancestral.
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Hola, mis amores, feliz equinoccio de otoño para los que estén en el hemisferio norte, y el de primavera para los que estén en el hemisferio sur. Yo soy Iréne Tapantí, y les doy la bienvenida a Encontrando Santuario Creativo, un podcast para acompañarnos, primero que nada, para nutrirnos, donde hablemos de todo y cualquier cosa que pueda encender una chispa de recuerdo, inspiración y compromiso a rescatar nuestra esencia, remembranza y reclamación creativa y ancestral.
Para contarles un poquitín de mí, nací y crecí en tierras Huetar no cedidas en lo que es hoy San José, Costa Rica. Me identifico como una mestiza inmigrante de Mesoamérica y como invitada y pobladora en tierras ancestrales de los Nacochtank y Piscataway, en lo que hoy es Washington DC y áreas circundantes.
Soy une artiste interdisciplinarie y guía de artes curativas. Durante mi educación formal completé programas de posgrado en ciencias biológicas, y es esa experiencia trabajando con la vida a nivel molecular que informa mi arte y profundiza aún más mi espiritualidad y percepción de la existencia como algo matemático y fractal.
Siempre me ha encantado ilustrar, pintar, colorear, y a todo el mundo le digo que nací artista. He estado en esta etapa de regreso a esa niña que nació artista los últimos seis años, así como dedicadamente. Paralelamente a esos estudios científicos, siempre invertí cuando se pudiera en estudiar y aprender cosas que complementaran ese talento natural creativo, más que todo en esos entonces para mi salud mental, pero ahora puedo entender que también era lo que realmente deseaba, lo que quería estar haciendo y lo que me tocaba.
Y es por medio de mi portal creativo que ofrezco experiencias multisensoriales basadas en evidencia que exploran la gnosis creativa y la intuición de un individuo, lo que yo llamo la voz de nuestros ancestros, a través de la pintura medicinal y el arte ritual.
A principios de este año saqué dos episodios en enero, y en este les cuento por qué no grabé más, y también por qué estoy invitando un borrón y cuenta nueva.
Antes de empezar, les quiero invitar a que se suscriban al podcast en donde sea que lo estén escuchando, ya sea Spotify o Apple o cualquier otra plataforma, a que lo califiquen, y que dejen comentarios y preguntas, porque eso ayuda a que este podcast llegue a más personas.
Bueno, sin demorar, démosle viaje a este cuento de hoy.
Cambio de Nombre
Si han estado conmigo por mucho tiempo, habrán notado el cambio de nombre. Esta decisión vino a raíz de buscar alineamiento con el trabajo que quiere salir de mí en mi arte y activismo.
Tapantí es uno de mis parques nacionales favoritos en Costa Rica. Obviamente, hay varios y muchos, y todos son mi favorito, pero hay unos que me llaman más que otros y tapantí es uno de ellos. La palabra tapantí proviene de la lengua indígena Cabécar, y para los que no son de Costa Rica o no saben, los Cabécar son uno de los ocho pueblos indígenas que habitan nuestras tierras, y significa piedra de agua, entre otros significados incluyendo tapir, y ha sido un área protegida desde la década de mil novecientos ochenta.
Tapantí habla de mi compromiso a la tierra que me vio nacer y crecer, y a la remembranza y reclamación de parte de mi legado ancestral, que fue borrado.
Punto de Nucleación
Después de conocer varias líderes indígenas latinoamericanas en una conferencia de la UNESCO en el 2018, que atendí como científica, mi obra artística dio un giro hacia el artivismo, llevando conciencia sobre la necesidad imperiosa de proteger nuestros ecosistemas y amplificando la sabiduría indígena y sus cosmovisiones en las Américas. Mi trabajo ha sido presentado en publicaciones independientes de tipo indie y eventos internacionales de recaudación de fondos.
Este reenfoque de marca y dirección venía ya naciendo desde hace un tiempo. De hecho, estaba planeado lanzarse el año pasado, el 21 de diciembre del 2023. En esos momentos, yo estaba todavía viviendo en las Islas Vírgenes y todavía laborando como mamá de tiempo completo—porque tuve el gran privilegio de poder tomar esa decisión de quedarme en casa más de los tres meses que nos dejan quedarnos en casa con un bebé nuevo.
Ya había también escuchado y actuado sobre el gran llamado que venía sintiendo desde hace mucho tiempo también, de buscar sintiendo desde hace mucho tiempo también, de buscar formas de trabajar, de alguna manera, con Costa Rica. Más que todo, esa fue una decisión por la falta que me hace, por el deseo de volver y no poder en estos momentos, y de mantener o buscar vínculos nuevos a desarrollar con organizaciones en las que estaría participando de estar yo allá.
También por esos entonces ya había decidido apoyar esfuerzos de organizaciones de base comunitaria sin fines de lucro aquí en Estados, que estaban recaudando, y todavía algunos están todavía recaudando, fondos de ayuda humanitaria para la policrisis en la que nos encontramos, primariamente enfocados en Gaza.
Eso, más que todo, ocupó mucho de mi tiempo libre en el 2024, y las comunidades que encontré, el sentir que estoy haciendo así como lo más mínimo o simplemente algo, una acción, me ayudó a navegar los horrores presenciados mediante nuestras pantallas de celular, a apaciguar ese duelo que siento en mi corazón como madre y humane por la pérdida de vida y el ecocidio que se está atestiguando, y sentir que, aunque fuera un granito de arena solamente, estaba contribuyendo lo que podía en función a cocrear un mundo mejor, y que cuando mi hije en un futuro me pregunte, ¿y usted qué hizo mami?, le pueda contar historias de amor en acción.
También este año, el 2024, nos mudamos de vuelta a tierra continental y logré casi que lo imposible. Después de haber dedicado casi toda mi vida académica, todos mis veintes y parte de mis treintas al estudio de biociencias, y de dos años de una pausa de carrera por maternidad a largo plazo, como mencioné, hice un cambio total de carrera oficialmente como diseñadora de sitios web y comunicaciones digitales. O sea, ha sido un año bastante movido y ocupado.
La razón por las que les cuento esto es para entender el tema de hoy, que es el darnos permiso para cambiar de dirección, para pivotear sin castigarnos o sentirnos culpables de los debería de, que es algo que me ha costado muchísimo a mí.
Claro, esto no se los puedo contar sin primero concientizar y reconocer los privilegios que tengo, y eso lo digo porque en mi experiencia tratando de emprender o mi experiencia académica o mi experiencia laboral, siempre he tenido mentores, y la mayoría, aquellos que son realmente exitosos, digamos, en el emprendimiento, lo venden sin concientizar y reconocer los privilegios que les ha permitido hacerlo tan rápido o llegar a esos lugares. Y para mí estos privilegios fueron los que, por efecto compuesto, aunque yo haya tenido que trabajar día y noche y decidir no gastar en ciertas cosas para poder financiar estudios alternativos, me permitieron crear un portafolio de diseño que últimamente fue lo que me ayudó a hacer el cambio de carrera.
El Llamado del Cambio
Ahora, entrémosle al tema de cuándo sentimos una llamada interna a cambiar de dirección. Puede ser tal vez un proyecto que comenzó con pasión, tal vez, sentimos la necesidad de explorar nuevas formas de expresarse, de experimentar con ideas que no habíamos considerado antes.
Con estos pensamientos y deseos muchas veces viene el miedo, el miedo a no saber qué vendrá después, el miedo al qué dirán, el miedo a fallar, y a veces también el miedo a lograrlo, y el miedo a tener éxito, y todo lo que viene con eso.
Lo primero que quiero decirles es esto, está bien tener miedo. El miedo es una respuesta natural al cambio, pero lo que más me da miedo a mí, en realidad, es quedarse donde uno está, simplemente porque es lo que se conoce y lo que es más cómodo. Entonces, lo que vamos a hacer ahora es explorar el darnos permiso mediante tres puntitos que les voy a dejar aquí.
El Proceso Creativo
El punto número uno es el proceso creativo, y que este no es lineal. Muchos piensan que la creatividad tiene que seguir una trayectoria clara y casi que lineal, donde empezamos en un punto ABYCY terminamos en el d, y eso se aplica no solo a la creatividad, sino a todo en la vida.
Pero no, es un ciclo constante de descubrimiento, de evolución, de exploración, y a veces cuando sentimos ese llamado de cambio. A veces pensamos que cambiar de rumbo significa dejar algo botado, no terminarlo incompleto, pero ¿quién dice que nuestra creatividad tiene que verse de una sola manera o seguir una sola línea? Lo que estamos haciendo cuando pivoteamos es seguir el flujo natural de la vida, y como la vida misma, las aguas del mar, por ejemplo, y de los ríos, que nunca se quedan quietas, nuestras expresiones creativas están en constante movimiento.
Quiero que apunten en algún lugar o hagan una nota mental, si están manejando, de que no hay una forma correcta de hacerlo.
Guianza Interna
El punto número dos es quizá el más importante, y habla mucho de tu conexión con tu compás interior, que para mí, de nuevo, es la intuición y, por ende, la voz de nuestros ancestros que llevamos dentro, y dan forma a nuestro cuerpo, órganos, sangre y los perfiles genéticos y epigenéticos, y es permitirnos escuchar lo que quieren hacer a través de nosotros.
A lo largo del camino, lo que piden hacer a través de nosotros va a cambiar, es inevitable. A veces es un nuevo proyecto, a veces es una nueva forma de expresión o simplemente una nueva manera de ver el mundo después de que atestiguamos algo o aprendimos cosas nuevas, o hacer el trabajo interno de descolonización también, por ejemplo.
Y cuando sentimos esa chispa que nos invita a pivotar, lo mejor que podemos hacer es escucharla y confiar en ella. El problema es que a veces sentimos culpa, y este ha sido uno de los grandes temas para mí desde que tomé la decisión de tomarme un descanso de maternidad largo, y donde nacen preguntas y dudas, como ¿y si todo lo que hice antes no tuvo sentido?
¿Qué pensarán los demás? Cómo puedo justificar este cambio. Pero aquí está la verdad que me ha costado aprender a esta tierna edad, no tenemos que justificar nada. Tu creatividad es tuya y no necesita explicación, no le debemos explicación a nadie. Lo único que necesita es que confiamos en su movimiento natural.
Recuerda que a veces el miedo más grande no es el cambio en sí, sino a quedarnos en un lugar donde ya no crecemos, donde nuestra esencia creativa está estancada.
Carta del Permiso
Finalmente, para el punto número tres, les quiero dejar una herramienta que les ayude a dar el paso. Esta es una herramienta sencilla, pero poderosa que pueden aplicar cuando sientan que están listos para cambiar de rumbo, pero el miedo o la culpa los frenan, y los comparto porque, de nuevo, yo llevo ya varios años en este vaivén y es algo que funcionó para mí, y se los comparto para que no pierdan tanto tiempo como yo he perdido tratando de convencerme. Es un ejercicio que se llama la carta del permiso, y así es como funciona. Te tomas unos minutos para escribir una carta dirigida a ti misma—en esta carta te vas a dar permiso explícito para cambiar de rumbo.
Lo escribís de una manera que resuene contigo, pero aquí te dejo una sugerencia para empezar. Pones:
Queride (y pones tu nombre), te doy permiso para cambiar de dirección. Sé que lo que sentiste ayer fue válido, pero también reconozco que hoy tus intereses, pasiones y deseos han evolucionado. Te libero de cualquier culpa o miedo que tengas sobre este cambio, y confío en que lo que está por venir será más auténtico y alineado con quién eres en este momento.
Obvio que puedes modificar la carta según tu propio estilo y sentimientos, pero lo más importante es que la leas en voz alta como un recordatorio constante de que tienes permiso para pivotar.
Y para finalizar, quiero invitarles a que se unan a mi lista de correos para mantenerse al tanto de eventos presenciales o virtuales, nuevas ofertas, esfuerzos para la recaudación de fondos y más. Yo no mando muchos correos, así que no no voy a spammearles el inbox, pero sí quiero mantenerme en contacto y esa es la mejor manera.
En las notas del podcast voy a dejar un link a un recurso gratuito que hice con mucho amor que se llama el Arte de la Contemplación. Incluye una de mis ilustraciones de mi primer libro de colorear, que se llama el Árbol de las Prácticas Contemplativas (te lo dejo por aquí también más abajito).
Incluye journaling, preguntas para meditar y contemplar, y también incluye una sesión de yoga nidrā para relajarse y para investigar más a fondo este tema del árbol de las prácticas contemplativas, así que ha sido un placer y nos escuchamos pronto.
Gracias por acompañarme en el episodio de hoy de Encontrando Santuario Creativo. Si te gustó este episodio, por favor compártelo y deja una calificación honesta para ayudar a otros a encontrarlo. Me arroba Irene Tapantí. Te invito a visitar mi sitio web, Irene Tapantí punto com, para suscribirte a mi boletín, acceder a recursos gratuitos y de shopping con nuestras ofrendas súper únicas, o trabajar con nosotros para que podamos cocrear el mundo que visualizamos.
Les dejo mucho amor, les mando un abrazote, gracias por estar aquí y nos conectamos en el próximo episodio.
¿Liste para hacer un campito en el día para crear un espacio sagrado?
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