¿Por qué deberíamos ser conscientes de dónde compramos nuestro cacao ceremonial?

 
 

En los últimos años, el cacao ceremonial ha ganado popularidad en el mundo del bienestar y la espiritualidad, especialmente entre quienes buscan prácticas más conscientes y conectadas con la naturaleza. Sin embargo, es crucial que nos detengamos un momento a reflexionar sobre dónde y a quién le compramos este cacao, y qué implicaciones tiene nuestra elección.

Cacao: un regalo sagrado con raíces profundas

El cacao es más que un simple ingrediente o superalimento; es un regalo sagrado con raíces profundas en las culturas indígenas de Mesoamérica y Sudamérica, donde ha sido venerado durante al menos 3,000 años. Para estas culturas, el cacao no es una mercancía, sino un vínculo vivo con lo sagrado, utilizado en ceremonias espirituales que honran a la Madre Tierra, a los ancestros y a los dioses.

El dilema ético de las ceremonias de cacao

El término “apropiación cultural” es uno que cada vez genera más controversia: ¿dónde trazamos la línea entre la apreciación de una cultura y su apropiación para nuestro propio beneficio personal o lucro? Aunque las ceremonias de cacao son un fenómeno relativamente nuevo, esto no significa que no merezcan críticas en este sentido, especialmente cuando se comparan con otros ejemplos de apropiación cultural, como la participación de personas no indígenas en ceremonias de ayahuasca, el uso de tocados nativos americanos en festivales, o la recreación de lodges de sudor nativos.

La cuestión de la apropiación cultural en las ceremonias de cacao parece inevitable, especialmente cuando consideramos las circunstancias en las que se realizan: "chamanes" blancos, espiritualidad vaga y un enfoque en la superación personal a través del "bienestar". Estas prácticas, aunque puedan parecer inofensivas, a menudo pasan por alto el contexto histórico y cultural del cacao, explotando su simbología y significado sagrado en favor de un mercado global ávido de nuevas tendencias espirituales.

¿Quién está detrás de tu cacao ceremonial?

La realidad es que muchos de los vendedores de cacao ceremonial en la actualidad son extranjeros, principalmente personas blancas, que no tienen una conexión directa o ancestral con las culturas de donde proviene este cacao. A menudo, estos vendedores argumentan que están "dando algo a cambio" a las comunidades indígenas, como donaciones a centros comunitarios o proyectos sociales. Pero ¿es eso suficiente?

En muchos casos, estas ceremonias de cacao son dirigidas por personas que no tienen un conocimiento profundo o un linaje espiritual que respalde su práctica, lo que genera desconfianza y suspicacia. En Guatemala, por ejemplo, líderes espirituales indígenas han señalado que las ceremonias de cacao no son comunes y que el concepto de un "chamán del cacao" no proviene de las tradiciones mayas. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Qué tan auténticas son estas ceremonias? ¿Y cómo es que estas prácticas, diseñadas para el beneficio de unos pocos, respetan realmente las raíces culturales de donde provienen?

El lado oscuro del bienestar: el extractivismo disfrazado de espiritualidad

El extractivismo no solo ocurre en la minería o la tala de bosques; también puede manifestarse en el ámbito espiritual y de bienestar. Cuando compramos cacao ceremonial sin cuestionar su origen, corremos el riesgo de perpetuar prácticas extractivas que explotan a las comunidades indígenas y sus saberes ancestrales. El cacao ceremonial debería ofrecer una oportunidad para promover el comercio justo y proporcionar información clara sobre el lugar de cultivo y preparación del cacao.

El problema con muchas ceremonias de cacao actuales es que se enfocan en el individuo occidental, ayudándole a superar sus desafíos personales, pero dejando de lado la conexión con las luchas colectivas y las transformaciones sociales que son fundamentales en las tradiciones espirituales indígenas. Además, la comercialización del cacao como una solución para abrir el corazón y curar todo tipo de males espirituales, emocionales y físicos, es engañosa. Ninguna planta puede ofrecer tantas cosas o ser "la solución", especialmente cuando se ha removido completamente de su contexto cultural y espiritual, y cuando la curación ofrecida viene acompañada de un alto precio.

La importancia de ser éticos y responsables

Trabajar con el cacao fuera de su contexto histórico requiere ser ético y responsable. Incluso una persona indígena que comparte una práctica basada en su linaje puede causar daño, como ha sucedido en muchos casos en el Amazonas. Por otro lado, alguien puede ser un guía espiritual legítimo, un facilitador seguro y un practicante ético, independientemente de su origen. Es fundamental considerar cada situación como única y tomar decisiones informadas.

Un pequeño pero valioso paso es distinguir este tipo de evento como una "ceremonia moderna del cacao". Siempre que se sirva cacao en un taller o ceremonia, es recomendable honrar verbalmente a los pueblos indígenas que han mantenido vivas las tradiciones del cacao durante milenios.

¿Qué podemos hacer?

Si realmente valoramos el cacao ceremonial y su historia sagrada, es nuestra responsabilidad tomar decisiones conscientes. Aquí hay algunas sugerencias:

  1. Investiga antes de comprar: Busca proveedores que tengan una conexión directa con las comunidades indígenas y que paguen precios justos por el cacao.

  2. Apoya a productores indígenas: Siempre que sea posible, compra directamente a cooperativas o comunidades indígenas que cultivan el cacao. Esto es importante también si sos turista, ya sea extranjero o nacional, busva tours que pertenezcan y sean proveidos por miembros de las comunidades indígenas.

    Las fotos que acompañan esta entrada de blog fueron tomadas con la familia Catato en Bribrí de Talamanca.

  3. Cuestiona las prácticas: Pregunta a los vendedores sobre cómo se aseguran de que los productores reciben un pago justo y de que las tradiciones son respetadas.

  4. Educación y respeto: Infórmate sobre la historia y el significado del cacao ceremonial, y compártelo con otros para crear una conciencia colectiva.

El movimiento del cacao ceremonial es una innegable fuerza para el bien en el mundo, especialmente cuando se contrasta con la industria del "Gran Chocolate", que utiliza prácticas agrícolas insostenibles, crea un exceso de contaminación, no paga precios de comercio justo, e incluso depende del trabajo infantil forzado en regiones como África. En cambio, el verdadero movimiento del cacao ceremonial está mejorando realmente la vida de los pueblos indígenas y protegiendo sus antiguas tradiciones de cultivo y preparación del cacao.

El cacao ceremonial ofrece una mayor oportunidad para ello mediante el comercio justo y una información más clara sobre el lugar de cultivo y preparación del cacao. Por ejemplo, en Guatemala, existen granjas familiares y grupos indígenas que cultivan y preparan el cacao con métodos tradicionales, utilizando prácticas agroforestales sostenibles y ofreciendo condiciones de trabajo seguras.

Al final del día, nuestras elecciones como consumidores tienen un impacto. Al elegir conscientemente, podemos honrar las raíces sagradas del cacao y asegurarnos de que quienes lo cultivan también se beneficien de su creciente popularidad en el mundo del bienestar.

 

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